Si Hiciéramos Un Viaje En El Tiempo, De Regreso Hacia Los Momentos Clave De Nuestra Vida, Sin Duda, Nos Daríamos Cuenta De Que La Música Estuvo Siempre: En La Infancia, Con Los Discos Que Papá O Mamá Hacían Sonar; En La Juventud, La Primera Vez Que Bailamos Pegados A Alguien; En La Madurez, Cuando Nos Casamos, Vals De Por Medio; Y En Las Fiestas, Los Viajes, Las Películas, Las Series De Tv, Los Días, El Paso De Una Década A Otra.
El origen de la palabra música nos transporta al latín “música” y este al griego “monsike” (el arte de las musas), que se refería a la educación del espíritu que se encontraba bajo la tutela de las musas de las artes.
Según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía, el ritmo y el timbre, mediante la intervención de complejos procesos psicoanímicos.
Concepto que evoluciona desde entonces, donde se unían en el mismo grupo la poesía, la música y la danza como arte unitario.